Opinión: Balance de la primera vuelta.
Por Gonzalo López Torres
A principios de año, cumplida la jornada 21, completada ya la primera vuelta de la temporada, y transcurrido más de un año y medio desde la llegada de Antonio Feijoo a la presidencia del Club Lemos, ha llegado el momento de analizar la evolución del Club durante su mandato, un Club que actualmente vive sus momentos más bajos, tanto deportiva como socialmente, en sus más de ochenta años de historia.
JUSTO RECONOCIMIENTO A ANTONIO FEIJOO POR SU EMPEÑO INICIAL
Antes que nada, hay que hacer un justo ejercicio de memoria y retrotraerse al mes de agosto de 2009, con un club a la deriva, sin junta directiva, abandonado a su suerte por todo el fútbol comarcal y abocado a su desaparición. De ello puedo dar fe personalmente, pues por aquel entonces encabecé un equipo para tratar de dar un cambio de rumbo en el Lemos, aportando savia nueva, presentando un proyecto de junta directiva numerosa y capaz, llena de ilusión y también ingenuidad, que con total transparencia trató de aglutinar a todo el mundillo del fútbol comarcal, que con el diálogo como bandera trató de devolver al Club por donde solía. Tuvimos entonces reuniones con jugadores, directivos, quipos, entrenadores, políticos, etc. El resumen de todo lo que conseguimos fue ni una mala palabra ni una buena obra. Nadie nos apoyó, e incapaces de confeccionar un plantel con el que salir a jugar, tuvimos que renunciar a presentarnos a presidir el Club. En este punto quiero agradecer, como socio número 3, la decisión de Antonio Feijoo de embarcarse en una tarea que parecía condenada al fracaso. No solo se atrevió a coger el equipo in extremis, sino que con el apoyo fundamental del ex presidente lemista Antonio Pérez, lograron salir a jugar e incluso hacer una digna campaña en lo deportivo, salvando la categoría. Muchas cuestiones podrían objetarse al Sr. Pérez, entre las que, desde luego, la demanda y posterior embargo al Club no es tema menor, pero no sería justo negarle el haber sido pieza básica en la junta que presidió Feijoo en 2009-2010, y auténtico alma mater de la confección de una plantilla capaz de competir dignamente durante toda la temporada.
IDAS Y VENIDAS DE LOS DIRIGENTES
Desconozco los motivos que llevaron a Antonio Pérez a abandonar el Club, y romper la relación con el actual presidente, pero una vez libre de la tutela de Chico, se puede decir que la presidencia de Feijoo en el Club Lemos, empieza realmente esta temporada, que planifica con antelación, y cuya parcela deportiva entrega a Escalza, toda vez que Stroni, hombre de confianza de Antonio Pérez, decide acompañar al Vicepresidente y no seguir en el equipo, aduciendo la imposibilidad de hacer una plantilla competitiva con el presupuesto manejado por Feijoo. Curioso es ver las cosas con el paso del tiempo. Recuerdo las largas conversaciones que tuve con Escalza aquel mes de agosto de 2009, y de las que él puede dar fe, tratando de conseguir su colaboración para salvar al Lemos, y cómo entonces aquel ambicioso Bóveda que él dirigía, y que después no terminó de resultar, no dio ni un solo paso para ceder a algún jugador al Lemos. Curioso es, reitero, verlo ahora en el banquillo local, aunque uno, que ya está en la cuarentena, ya no se sorprende por nada.
CATÁSTROFE ACTUAL
Pero no perdamos el hilo. Una vez comentado el mérito de Feijoo para coger el Club en un momento crítico, un año y medio es tiempo más que suficiente para poder poner encima de la mesa una triste realidad: su gestión es errática y los resultados decepcionantes. Sin una Junta Directiva fuerte, el Club no está trabajando adecuadamente, sobre todo en lo social. No basta gestionar los ingresos de subvenciones y de los escasos y sempiternos socios. Era y es necesario crear un proyecto que trabaje con todos los estamentos sociales de la comarca, que sea ilusionante, y que busque nuevos recursos económicos en patrocinios, publicidad y captación de nuevos abonados. Únicamente de esa forma se puede reanimar una sociedad deportiva que agoniza desde hace varios años. Feijoo y su equipo se han desentendido, o no han sido capaces, de materializar esta faceta tan básica para el futuro del Club. Nos guste o no, el equipo no engancha con la gente. Muchos veteranos aficionados vivimos anclados en los viejos tiempos del vetusto Luis Bodegas, y los más jóvenes pasan de un Lemos mendigando por Preferente. Nos guste o no, esto es una realidad. Como lo es el hecho de que este Club está condenado a entenderse con el Calasancio, un equipo que está bordando el trabajo con la cantera y en vez de hacerlo, se pone en marcha un Lemos juvenil como alternativa al trabajo formativo de los equipos colegiales. ¿No sería más idóneo retomar el proyecto del Lemos B, que tan buen resultado tuvo en la época en que la parcela deportiva estaba liderada por Francis? También se echa de menos una mayor presencia del Club en la vida social de Monforte, algo que se consiguiría con trabajo y perseverancia, dejando de lado acusaciones conspirativas, seguramente carentes de fundamento. Feijoo señaló en una reciente entrevista a un medio local que “el Lemos no tiene liquidez, la entidad no genera suficiente dinero para configurar un proyecto más ambicioso, ni tampoco para reforzar el equipo con futbolistas que puedan marcar las diferencias”. Habla como si él no fuese responsable de esa falta de liquidez. No entiende que la solución no es pagar de su bolsillo, para posteriormente, como hizo Antonio Pérez, dejar la deuda colgando en el Club para futuras directivas. La solución es buscar recursos, tanto en instituciones públicas como patrocinadores y nuevos socios. Creo que en estos aspectos la gestión de Feijoo está siendo deficiente, y necesita rectificar. En otro caso,me temo que en breve nos encontraremos en otra situación límite para la supervivencia del Club Lemos, incluso peor que la anterior, si además la cuestión deportiva no se endereza y el equipo descendiese de categoría. Crítica sigue siendo por tanto la situación del Club y alguna responsabilidad tenemos también los socios, si no por acción sí por omisión. Sr. Feijoo, rectifique por favor.
